
Es una actriz de cine, productora y ex - modelo estadounidense. Nació en Boston el 29 de abril de 1970. Ha sido nominada al Oscar y ha sido ganadora del Globo de Oro.
Algunas de sus películas mas conocidas son: Las Amistades Peligrosas (1988), o Gattaca (1997), aunque es mundialmente conocida por sus papeles como Mia Wallace en Pulp Fiction (1994) y Beatrix Kiddo en Kill Bill (2003 – 2004).
Sus primeras actuaciones fueron escolares, en su internado de Massachusetts mientras estudiaba. Después de realizar allí una obra de teatro titulada The Crucible (El crisol) fue llamada por un cazatalentos que fue la que la convenció para actuar profesionalmente.

Su debut fue en Johnny Be Good (1987), posteriormente realiza otros trabajos sin apenas repercusión como Goodnight (1987). Su consolidación como actriz no llego hasta los 90 cuando realizó el drama erótico Henry y June. No fue hasta tres años después, en 1993, cuando tomó su primer papel protagonista de la mano del director Gus Van Sant en la película Ellas también se deprimen. Con su primer papel protagonista llegó una época de fracasos debido a que los críticos la tildaron de superficial. Después protagonizó La chica del gángster que se convirtió en su segundo fracaso.
Fue en este momento cuando su situación dio un vuelco. Tarantino, contó con ella para interpretar a Mia Wallace en Pulp Fiction, llegando a ser candidata por esta actuación al Oscar la Mejor Actriz de Reparto.
Fue a partir de aquí cuando realizó algunos trabajos exitosos como Gattaca (1998), Acordes y Desacuerdos (bajo las órdenes de Woody Allen) o La verdad sobre perros y gatos.
Sin duda su carrera ha estado plagada de saltos ya que a finales de los 90 vuelve a tener grandes fracasos como son Batman y Robin (1998) o Los Vengadores, llegando esta última ser criticada como “uno de los peores filmes de la historia del cine”. En 1998 se tomó un descanso tras ser madre y en 2003 volvió a la gran pantalla con Paycheck o Kill Bill que consiguió relanzar su carrera.

Uma Thurman, en 2017, en el Festival de Cannes
Uno de sus últimos proyectos es Mi súper ex - novia, actuación por la que la actriz llegó a cobrar mas de 14 millones de dólares. Sus apariciones más recientes han sido de la mano de Lars von Trier, quien contó con ella para su polémico díptico de Nymphomaniac y más recientemente para La casa de Jack (2018).
Relación con Tarantino
La historia entre Tarantino y Thurman, es, de lejos, la que más juego ha dado y más interesante ha sido en las carreras de ambos.
Se remonta a 1993, cuando, durante el periodo de casting de Pulp Fiction, Lawrence Bender contactó con los agentes de Uma para que considerara presentarse a las audiciones para el papel de Mia Wallace. En ese momento, ninguno de los dos se mostró particularmente interesado: Tarantino no creía necesario ni que se presentase, puesto que no la imaginaba para nada como la esposa del mafioso, y ella no estaba para nada convencida de la calidad del material:

Escena de Uma Thurman en la película Pulp Fiction
“En realidad lo rechacé porque no le conocía, y el guion me asustaba. Al final, Pulp Fictión resultó ser una experiencia fantástica”.
Sin embargo, por insistencia tanto de Bender como de los agentes de ella, terminaron reuniéndose en un popular restaurante. Tarantino se mostró sorprendido por la actitud de Thurman, que en ningún momento mostró ningún tipo de entusiasmo por la película ni por formar parte de ella:
“Todos los demás intérpretes con los que había
hablado tenían ideas sobre el guion. Tal vez a
Uma no le gustaba el material, o tal vez ni siquiera lo había leído, pero no habló casi nada del tema”.
Finalmente, después de una cena en la que – de forma semejante a la secuencia entre Vincent y Mia en el restaurante – estuvieron hablando de sus vidas y de temas intrascendentes, Thurman accedió a interpretar el papel y, de un momento a otro, Tarantino dio por cerrado el casting para Mia Wallace.
“Es como la secuencia en la que el matón Vincent saca a cenar a la mujer del jefe. Si la recuerdas, esas dos personas no se conocen de nada. Es una situación extraña, pero al pasar juntos por una mala experiencia, nace una especie de conexión entre ellos”.
Es el personaje de Thurman, además, el que protagoniza la mayoría de las escenas icónicas de la película pese a que no aparece en pantalla más de media hora: el famoso momento del rectángulo en el coche, la conversación en el restaurante con su batido de cinco dólares, el baile con Vincent al ritmo de You Never Can Tell (homenaje de Tarantino a Goddard), el de Girl You’ll Be a Woman Soon (homenaje de Tarantino a Vivre sa Vie), o la tan terrible como cómica escena de la sobredosis y el pinchazo de insulina.
En este video de la película de Pulp Fiction se puede ver la escena de Beatrix Kiddo (Uma Thurman) en la que Mia aparece bailando tras llegar de la cena con Vincent Vega, un trabajador de su marido que tenía la misión de acompañarla una noche.
Mia tras una noche de desenfreno la da una sobredosis por lo que cae en coma. Vincent le tiene que inyectar una dosis de adrenalina directa en el corazón.
En ese rodaje, además de diseñar uno de los personajes más reconocidos de la historia del cine, la relación entre ambos creció exponencialmente: Tarantino consiguió convencer a Thurman para que hiciera la secuencia del baile con Travolta, a la que ella tenía pánico, y juntos diseñaron el que sería el personaje que terminaría de elevar a Thurman al olimpo de los personajes tarantinianos: Beatrix Kiddo, la Novia.
Es casi diez años después, cuando los caminos de Thurman y Tarantino vuelven a cruzarse, para alcanzar sus mejores momentos juntos, y también sus peores.
En el díptico de Kill Bill, Uma Thurman interpreta a Beatrix Kiddo, apodada La Novia, una asesina retirada que pertenecía a un Escuadrón letal del que formaban parte cuatro compañeros y su expareja, Bill. Después de huir de esa vida, mientras planea casarse con otro hombre mientras espera a su primer hijo, es atacada durante el ensayo de su boda por los miembros del Escuadrón, que la dejan en coma durante cinco años pensando que han acabado con ella.
Durante los más de doscientos minutos que duran los dos volúmenes, Thurman derrocha carisma, talento y fuerza bruta como La Novia. No tiene piedad, no escatima en víctimas, y no piensa en nada más que en llevar a cabo su venganza. Ataviada con su icónico chándal amarillo, con la Pussy Wagon y con su katana de Hattori Hanzo en el primer volumen, y mucho más contenida en el sobrio Volumen 2, Thurman compone el mejor personaje de su carrera y uno de los mejores de la filmografía de Tarantino.

Quentin Tarantino y Uma Thurman en el Festival de Cannes
Además, su colaboración en este proyecto llevó a Tarantino a reconocer a Thurman como su musa, comparándose incluso con Hitchcock e Ingrid Bergman:
“Es simplemente esta curiosa conexión que pasó mientras hacíamos Pulp Fiction. Quiero decir, von Sternberg tenía a Marlene Dietrich, Hitchcock a Ingrid Bergman, André Téchiné tenía a Catherine Deneuve. Es un vínculo especial que estoy orgulloso de tener, y ojalá algún día, la gente se refiera a la relación entre Uma y yo como se refieren a las otras”
El rodaje de Kill Bill fue durísimo, como retrató la propia Thurman, con escenas desagradables en las que no pudo
recurrir a dobles, y con una particularmente triste que casi destruye por completo su relación.
Durante una de las secuencias cercanas al final del segundo Volumen, Beatrix Kiddo conduce su coche por Mexico en busca del mentor de Bill (Michael Parks). En el rodaje de esa secuencia, aparentemente una más, Uma Thurman estuvo a punto de perder la movilidad en las piernas por un fallo en el coche. Ella no estaba confiada con la carretera, llena de baches y de tramos irregulares, pero Tarantino insistió en que todo estaba bien y que tenía que hacerlo ella misma, no un doble, para conseguir los resultados óptimos. Finalmente, el coche falló, y Uma tuvo un accidente. Afortunadamente, no hubo ninguna lesión crónica, pero ese incidente dio inicio a un proceso especialmente desalmado por parte de Harvey Weinstein y la Weinstein Company. El productor se las apañó para hacerse con las que el creía todas las copias de la grabación del accidente y las destruyó, impidiendo que Thurman pudiera recurrir a ellas para iniciar un proceso judicial. La actriz se enfadó tanto con Tarantino que incluso llegó a acusarle de haber intentado matarla.
Momento del rodaje de la película Kill Bill en la que la actriz Uma Thurman, interpretando a Mia Wallace casi muere tras un accidente por ser obligada a conducir un coche a más de 60km/h.
En el video se puede observar como la actriz se chocó contra un árbol del decorada y tuvo que salir del coche con ayuda.
Todo este suceso salió a la luz hace poco más de un año, cuando, aprovechando la avalancha del Mee Too que hundió a Harvey Weinstein, Uma hizo públicas las imágenes del accidente (que Tarantino le había facilitado en secreto sin contarle nada a su productor) en su cuenta de Instagram. Sin embargo, en esa publicación, el tono de Thurman era más calmado, y exoneraba completamente a Tarantino, a quien incluso agradece su colaboración con ella pese a que hacer público el suceso dañaría su imagen:
“Las circunstancias de este evento fueron negligentes hasta el punto de la criminalidad. No creo, sin embargo, que fuera con malas intenciones. Quentin Tarantino se arrepintió profundamente y sigue estándolo por ese triste evento, y me facilitó el vídeo años después para que pudiera mostrarlo y que viera la luz del día. Él hace esto con pleno conocimiento de que puede causarle daño personal, y estoy orgullosa de él por hacer lo correcto y por su coraje.

Quentin Tarantino y Uma Thurman en el rodaje de Kill Bill
El ENCUBRIMIENTO tras el suceso es IMPERDONABLE. Por esto culpo a Lawrence Bender, E. Bennett Walsh y al notorio Harvey Weinstein. Mintieron, destruyeron pruebas, y continúan mintiendo sobre el daño permanente que causaron y decidieron esconder. El encubrimiento sí que tenía malas intenciones (…)”.
Las reacciones de Tarantino tras hacerse público el accidente no se hicieron esperar, y, de nuevo, muestra su profundo arrepentimiento por lo que sucedió:
“Fue una de las cosas que más lamento en mi vida. Ella me culpó del accidente y tiene el derecho a hacerlo. Le dije que estaría bien. Le dije que la carretera era toda recta. Le dije que sería seguro. Y no
lo era. Estaba equivocado. No la obligué a subirse al coche. Se montó porque confió en mí. Y me creyó.”
A día de hoy, la relación entre ambos parece haber recuperado la normalidad, hasta tal punto que Tarantino ha comentado incluso la posibilidad de retomar las aventuras de La Novia en un hipotético tercer volumen de Kill Bill en el que, obviamente, contaría de nuevo con Thurman. Además, la intérprete publicó en Instagram una fotografía recordando el rodaje de Kill Bill, en el que le felicitaba por su nueva película (en la que su hija, Maya Hawke, tiene un pequeño papel).
Es imposible saber si volveremos a ver a Thurman a las órdenes de Tarantino, pero nadie duda de que un reencuentro sería uno de los mejores finales de carrera que cualquiera de los dos podría tener.
